17/9/09

Tardor

Has pensat mai què hauria passat si la teva mare s’hagués refugiat en les parets d’una novel·la la nit en què va conèixer el teu pare? Newton hauria descobert la gravetat si no hagués vist caure mai aquella poma de l’arbre? Diuen els científics que el bategar d’ales d’una papallona a la Bretanya francesa pot provocar un huracà a Hondures. Els poetes, que ningú no pot arrencar una flor sense pertorbar una estrella. Toquen les vuit del matí. Un sol tímid de finals d’estiu ve a morir-se en el vaivé de les cortines del balcó. Podria estar esmorzant un croissant de xocolata en la terrassa d’un bar qualsevol en una plaça qualsevol. O al llit paint un altre despertar mentre sona un disc gastat d’Ella Fitzgerald. Però des del menjador de casa, encara en pijama, mentre remeno el sucre en una tassa calenta de cafè, escric aquestes paraules anàrquiques empesa per una estranya obcecació, qui sap si arribada d’alguna llibreria del boulevard Saint Germain. Deu ser cosa de l’atzar que m’estigui perdent en aquestes ratlles com aquells que se citaven vagament en un barri de París a una certa hora desafiant el perill de no veure’s, per si t’hi trobo. Deu ser cosa de la sort que m’hagi sortit aquest text tan desendreçat, que no s’entén ni del dret ni del revés, i que el meu cervell quadrat no l’hagi refet perquè encaixa tan bé en el compàs inesperat d’aquesta tardor que s’acosta...

4 comentaris:

  1. El teu cervell no és quadrat, és rectangular.

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  2. "La regla del juego era ésa, una sonrisa en el cristal de la ventanilla y el derecho de seguir a una mujer y esperar desesperadamente que su combinación coincidiera con la decidida por mí antes de cada viaje; y entonces -siempre, hasta ahora- verla tomar otro pasillo y no poder seguirla, obligado a volver al mundo de arriba y entrar en un café y seguir viviendo hasta que poco a poco, horas o días o semanas, la sed de nuevo reclamando la posibilidad de que todo coincidiera alguna vez, mujer y cristal de ventanilla, sonrisa aceptada o repelida, combinación de trenes y entonces por fin sí, entonces el derecho de acercarme y decir la primera palabra, espesa de estancado tiempo, de inacabable merodeo en el fondo del pozo entre las arañas del calambre."

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  3. "Bruno, cada vez que me doy mejor cuenta de que el tiempo... Yo creo que la música ayuda siempre a comprender un poco este asunto. Bueno, no a comprender porque la verdad es que no comprendo nada. Lo único que hago es darme cuenta de que hay algo. Como esos sueños, no es cierto, en que empiezas a sospecharte que todo se va a echar a perder, y tienes un poco de miedo por adelantado; pero al mismo tiempo no estás nada seguro, y a lo mejor todo se da vuelta como un panqueque y de repente estás acostado con una chica preciosa y todo es divinamente perfecto."

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  4. "Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar..."

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